Practicar la meditación diaria no es algo sencillo para todo el mundo.
Incluso los practicantes experimentados tienen días en los que prefieren hacer casi cualquier cosa antes que detenerse y estar presentes con sentimientos incómodos, o ser realistas sobre lo que les dice el guionista de sus películas mentales.
¿Hay alguna forma de derrumbar ese bloqueo? Las investigaciones han demostrado que la combinación de realizar ejercicios de escritura terapéutica y meditación aumenta significativamente la sensación de relajación y los pensamientos y emociones positivas.
¿Qué necesito para realizar escritura emocional y meditación?
Estamos tan acostumbrados a estar frente a pantallas de todo tipo que la idea de “escribir” normalmente evoca la idea de seguir utilizando dispositivos electrónicos. Y si esa es la única forma en que puede escribir, no hay problema, pero si puedes reemplazar la pantalla por un bolígrafo y un bloc de notas, hazlo. Los estudios demuestran que escribir a mano tiene unos beneficios en nuestro cerebro diferentes a cuando escribimos en dispositivos electrónicos y, de hecho, tiene impactos similares a la meditación . (¿Ves? Ya estás a mitad de camino.)
Puedes utilizar diferentes libretas para tus ejercicios de escritura terapéutica emocional según lo sientas.
¿La escritura emocional es una forma de meditación?
¡Sí y no! Si te resulta imposible permanecer en una postura estática de meditación, la escritura puede servir como una meditación en sí misma, siempre y cuando lo hagas con intención. También puedes descubrir que, después de escribir un poco, tu sistema nervioso se ha estabilizado y tienes ganas de permanecer en relax durante 5 ó 10 minutos o más.
¿Cómo practicar la escritura emocional consciente?
En primer lugar, deja de lado las películas mentales de “no se me da bien escribir” o “suspendía siempre las asignaturas de lengua en el colegio”. Este no es ese tipo de escritura. Lo que hacemos en los ejercicios de escritura terapéutica es permitir que los pensamientos se aclaren. Como dijo Flannery O’Connor, “escribo porque no sé lo que pienso hasta que leo lo que escribo”. Una vez que somos conscientes de lo que estamos pensando, podemos volvernos un poco más amigables con las emociones debajo de esos pensamientos.
Imagina un iceberg. La parte del iceberg que ves sobre el agua es el pensamiento. La enorme parte de abajo que retiene ese pensamiento son sentimientos y emociones. Escribir nos ayuda a pasar de estar atrapados en nuestras mentes, por encima del agua (conspirando, planificando, obsesionándonos o preocupándonos) a explorar lo que hay debajo de la superficie y estar presentes, con compasión, con cómo nos sentimos.
Imagínate que te has enfadado con un amigo. Te encuentras ensayando repetidamente las conversaciones que quieres tener con esta persona y agitando el puño en el aire. En ese momento podrías sentarte y tomarte un tiempo para escribir sobre tu rabia, tu indignación, tus preocupaciones, tus miedos y cualquier otra cosa que pueda surgir.
Cuanto más escribas, más notarás que te estás calmando. También es posible que te familiarices con una emoción que no te habías dado cuenta de que estaba allí, como el dolor por la relación o el miedo por tu trabajo en general.
Esto podría ayudarte a permitir esos sentimientos, procesarlos y dejarlos ir.
3 formas de usar la escritura emocional como ejercicio de meditación:
Escribir como ejercicio de meditación (si encuentras que la práctica de sentarte en un cojín es demasiado abrumadora)
Escribir como un ejercicio previo a la meditación (para aquietar la mente y prepararse para profundizar)
Combina las dos formas
8 ideas para empezar en la escritura terapéutica emocional
Plantéate estas preguntas y ve respondiendo a tu ritmo:
- ¿Y si fuera suficiente, tal como soy? ¿Cómo se sentiría en mi cuerpo si no tuviera que añadir nada o quitar nada para ser digno?
Idea de práctica adicional: las páginas de la mañana
En su libro fundamental The Artist’s Way, Julia Margaret Cameron enfatiza la importancia de las Morning Pages para la claridad mental y para promover la creatividad. Muchas personas, incluido Tim Ferris, confían en esta práctica. ¿Cómo hacerlo?
Curso de Escritura Terapéutica y Biodescodificación
Si has tomado la decisión de conectar con tus sentimientos y emociones para mejorar tu calidad de vida, tienes a tu disposición el curso CATARSIS. Un curso de más de 70 lecciones que realizar a tu ritmo y que consta de ejercicios de escritura terapéutica basados en la Biodescodificación, meditaciones guiadas para liberar emociones atrapadas, vídeos y lecturas.
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