Las mejores excusas para seguir quejándote todo el día

Seguro que conoces a alguien que se pasa el tiempo poniendo excusas para seguir quejándose de lo mal que le va la vida, de lo mucho que le duele todo y de lo negro que es el futuro.

Y tienen todo el derecho, pero también tienen el derecho de hacer algo más por su salud, por su bienestar y por cambiar el color de las gafas con el que miran la vida.

Muchos de los que no hacen nada para mejorar su vida miran desde afuera a los que ponen su energía en mejorar. Y además de mirarlos desde afuera creen que esa gente lo consigue porque su vida es muy fácil. He oído muchas veces eso de «si les pasara lo que a mí, no estarían tan felices».

 

Podemos pensar que la vida es una sucesión de eventos medianamente agradables y desgracias sin motivo aparente que nos van ocurriendo. O podemos pensar que ante hechos que no podemos evitar (todos hemos pasado una situación de crisis sanitaria mundial) tenemos cierta capacidad de adaptarnos y fluir con ellos. Para ello, entender el sentido de lo que estamos viviendo facilita mucho el proceso.

Si no quieres tomar la decisión más importante de tu vida (sí, esa de escuchar lo que tu cuerpo te está diciendo a gritos), no la tomes. Pero que no sea montándote películas mentales.

Hay tantas variedades de excusas como de cervezas artesanas.

Cuando la gente me pregunta en qué consiste mi trabajo y se lo expSi yo pienso que mi jaqueca es por mala suerte, mal karma o un mal de ojo, poco puedo hacer. Si entiendo que ese dolor de cabeza es la señal de que estoy acumulando mucho estrés emocional y que puedo vaciarme de él poniéndolo en palabras y tomando pequeños hábitos nuevos, todo cambia. Y cambia porque me responsabilizo de mi actitud y mi estado emocional.

Yo respeto todas las decisiones que vayas a tomar, pero si no quieres tomar las riendas de tu vida emocional, no las tomes. Pero porque no quieres. No pongas excusas ni te montes más películas mentales para escaquearte.

lico, a la mayoría les parece muy interesante. Y bastantes veces he escuchado eso de «yo estoy bien, pero a mi prima sí que le hace falta hacer terapia.»

Donde digo prima, puedes poner a tu vecina la que pasa el aspirador de madrugada, al padre putativo del niño o al compañero friki del curro.

Cuando ni siquiera ves que necesitas un poquito de ayuda para poner orden en tu caos emocional, pero puedes darme una lista con 100 personas a las que les pagarías la primera sesión, te estás engañando un pelín.

Las mejores excusas para no hacer terapia y seguir quejándote todo el día de lo mal que estás

Hay miles de millones de excusas para no aprender a gestionar tus emociones, ni hacer caso al cuerpo cuando te pide a través del dolor que dejes de hacer lo que estás haciendo. De todas las que he escuchado (y utilicé alguna vez, lo reconozco) he recopilado diez:

  1. «Siempre he estado así. No pasa nada por aguantar un poco más.»

    Qué quieres que te diga, pasar, pasará algo si aguantas demasiado estrés en silencio, pero tú decides…

  2. «Debe de ser muy complicado eso de gestionar las emociones. Yo no soy de esos de la India que hacen cosas raras para tener un cuerpo sano.»

    Te lo aseguro, no tienes que haber nacido en otro continente, ni siquiera en otro planeta para tomar hábitos emocionalmente saludables.

  3. «A todo el mundo le pasa lo que a mí.»

    Mi abuela decía que «mal de muchos, consuelo de tontos», pero mi abuela era un poco brutica…

  4. «Dicen que hay que prestar atención a lo que piensas. Pues tiene que ser muy cansado estar pensando todo el día en lo que pienso. Bastante piensa mi cabeza como para pensar más».

    Pues no. Es justo al revés. Tú ahora estás permitiendo que tu cabeza funcione sin orden ni concierto. Ahora hay una cuadrilla de monos saltando, gritando y jugando a sus anchas. Si aprendes a darles unas pautas de comportamiento a esos «monos», todo funcionará mejor. Si no les dices a los monos que hay normas, ¿por qué van a cumplirlas?

  5. «No creo que me vaya a funcionar a mí.»

    Por supuesto, si no pruebas no te va a funcionar ninguna técnica o método. Si pones de tu parte, ya verás como empiezas a ver cambios en tu vida.

  6. «Las cosas pasan porque pasan y punto. No hay que buscarle sentido a todo»

    Sí, hay cosas que pasan sin que estemos directamente implicados en ellas, por supuesto. Pero hay otras cosas que desde tu habilidad de gestionar pueden ser modificadas y mejoradas

  7. «Tengo muchas cosas que hacer más importantes que hacer que atender a mis emociones. Por ejemplo, es mucho más importante que me olvide del idiota de mi  jefe antes de ocuparme de mi estrés…»

    Y a eso, poco hay que decir… No hay más ciego que el que no quiere ver.

  8. «Voy a ver el vídeo de una conferencia muy buena que me han recomendado porque con eso creo que ya tendré suficiente»

    Me parece maravilloso que veas vídeos y te compres libros de autoayuda (qué te voy a decir yo 😉 ) pero lo que tienes que hacer es aplicarlo YA. El bienestar emocional y físico no depende de saber mucho, depende de en qué medida pasas a la acción lo que sabes.

  9. «Debe de ser muy caro eso»

    No. Te salen más caros los pañuelos de papel que usas cuando lloras a solas, la ropa que te compras sin motivo para intentar sentirte bien o las copas que te tomas hasta que sale el sol.

  10. «Paso de las modas del mindfulness, del bienestar emocional y del desarrollo personal»

    Quizás sea una moda pero 400 años a.C. ya hablaba Hipócrates de la influencia de la mente en el cuerpo. Si es una moda, menos mal que no duró tanto tiempo la moda de los pantalones de campana.

 

Y si tienes alguna excusa más de tu cosecha, estaría genial que la compartieras 🙂

No te pongas excusas porque lo único que consigues es seguir sufriendo

Sé que a veces da miedo hacer terapia de Biodescodificación porque supone exponerte a tus zonas más oscuras, a recuerdos que preferirías no refrescar, a reconocer emociones que te esfuerzas por tapar… pero seguir acumulando vergüenza, miedo, frustración, resentimiento, nostalgia y rencor no le favorece a nadie.

En la medida en la que te permitas escuchar a tu cuerpo, tomarte un tiempo para reconocerte y liberarte de cargas emocionales, en esa medida las excusas se te acabarán porque empezarás a ver la vida de otro color.

Una buena forma de comenzar a ponerte en contacto con tus emociones y con tu cuerpo es este curso de Escritura Emocional y Biodescodificación que he creado con mucho amor. Es un curso que puedes hacer a tu ritmo y tiene meditaciones, vídeos, lecturas súper interesantes y muchos ejercicios de escritura terapéutica. Aquí tienes todos los detalles del Curso: CATARSIS

La escritura nos ayuda a profundizar en nuestros sentimientos y emociones (y todos sabemos escribir, para eso no hay excusas 😉 )

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