Comer compulsivamente en estos tiempos de confinamiento se está volviendo habitual.
Se come compulsivamente por culpa de la soledad impuesta, por el miedo al qué pasará o porque no hay otra cosa que hacer. Y comer por hambre emocional y no por hambre real responde a una llamada interna que no estamos atendiendo.
Esa llamada interna, como todas las llamadas, merece ser escuchada y ser resuelta porque si comes sin ser consciente de qué emoción está originando ese impulso, la emoción sigue creciendo descontroladamente en tu interior (y quizás la talla de pantalón también)
Lo que te explico en este vídeo es cómo un pensamiento de carencia o escasez puede activar el hambre emocional y convertirse en sobrepeso.
Desde la Biodescodificación se puede comprender qué pensamientos y qué sentimientos están en el origen del sobrepeso, de los atracones y de la ansiedad que lleva a comer descontroladamente.
Escucha a tu cuerpo y confía en tus capacidades.
Y si el confinamiento está siendo demasiado duro para ti, escríbeme y realizamos una sesión de Biodescodificación online.