Autocrítica, desvalorización y Biodescodificación

 

Los pensamientos autocríticos podemos definirlos como voces internas que nos susurran dudas, inseguridades y juicios sobre nosotros mismos.

Todos hemos sufrido sus efectos en algún momento, ¿verdad?

Quiero ayudarte a identificar estos pensamientos autocríticos y, lo que es aún más importante, a aprender cómo enfrentarlos y superarlos.

¿Qué son los pensamientos autocríticos?

Los pensamientos autocríticos son como pequeños saboteadores en nuestra mente, listos para minar nuestra confianza y autoestima. Son esos juicios negativos que hacemos sobre nosotros mismos, nuestras acciones o nuestras elecciones.

A menudo, son irracionales y poco realistas, pero, desafortunadamente, tendemos a creer en ellos sin cuestionarlos.

Cómo identificar pensamientos autocríticos

Identificar los pensamientos autocríticos es el primer paso para superarlos. Todos luchamos con la autocrítica en algún momento de nuestras vidas, pero con paciencia y consciencia, puedes aprender a reconocer y desafiar estos pensamientos, allanando el camino hacia una mayor autoaceptación y autoestima.

Para identificar los pensamientos autocríticos que pueden estar rompiendo tu equilibrio interno presta atención a:

Palabras negativas

Los pensamientos autocríticos a menudo se expresan en palabras negativas como «soy un fracaso», «nunca puedo hacerlo bien» o «soy inútil». Estas afirmaciones son un indicio claro de que la autocrítica está en juego.

Ejemplo: Después de cometer un error en el trabajo, piensas: «Soy un completo incompetente».

Perfeccionismo excesivo

Si te encuentras buscando la perfección en todo lo que haces y sintiendo que nunca puedes alcanzarla, es muy probable que estés lidiando con pensamientos autocríticos. Ejemplo: Pasas horas editando un correo electrónico antes de enviarlo porque tienes miedo de que tenga un error.

Comparación constante

Compararse con los demás es una trampa común de la autocrítica. Si piensas constantemente «todos los demás son mejores que yo» o «nunca seré tan bueno como ellos», es hora de prestar atención.

Ejemplo: Ves a un amigo triunfar en su carrera y sientes envidia, pensando que nunca podrás igualarlo.

Generalización exagerada

Los pensamientos autocríticos tienden a generalizar un error o fracaso particular a tu identidad en su totalidad. Esto se manifiesta como pensamientos extremos y catastróficos.

Ejemplo: Después de perder un proyecto en el trabajo, piensas: «Soy un completo desastre en todo lo que hago».

 

Relación entre autocrítica y autoestima baja

La autocrítica y la baja autoestima están estrechamente relacionadas y a menudo se influyen mutuamente. La forma en que nos juzgamos a nosotros mismos y evaluamos nuestras acciones puede tener un impacto significativo en nuestra autoestima. Aquí está la relación entre estos dos conceptos:

  1. La autocrítica puede conducir a una baja autoestima: Cuando somos autocríticos, tendemos a juzgarnos negativamente, enfocándonos en nuestros errores y debilidades. Esto puede minar nuestra confianza y hacer que nos veamos como deficientes o incompetentes, lo que contribuye a una baja autoestima. Cuanto más severa y constante sea la autocrítica, más dañina puede ser para nuestra autoestima.
  2. La baja autoestima puede alimentar la autocrítica: Por otro lado, una baja autoestima puede predisponernos a ser autocríticos. Si no tenemos una imagen positiva de nosotros mismos, es más probable que nos critiquemos constantemente porque ya estamos convencidos de que no somos lo suficientemente buenos. La baja autoestima puede actuar como un caldo de cultivo para la autocrítica negativa.
  3. Un ciclo perjudicial: La autocrítica y la baja autoestima pueden alimentarse mutuamente en un ciclo perjudicial. Cuando somos autocríticos, nuestra autoestima disminuye, lo que a su vez nos lleva a ser aún más autocríticos. Este ciclo puede ser difícil de romper y puede tener un impacto negativo en nuestra salud mental y emocional.

Es importante destacar que ambos problemas pueden afectar significativamente la calidad de vida de una persona. Sin embargo, también es crucial comprender que es posible trabajar en la superación de la autocrítica y la mejora de la autoestima.

¿Es lo mismo autocrítica que desvalorización?

En Biodescodificación la autocrítica y la desvalorización se consideran conceptos relacionados pero distintos. Aunque comparten similitudes, como la tendencia a tener una visión negativa de uno mismo, tienen matices y enfoques ligeramente diferentes:

Autocrítica: La autocrítica se refiere a la tendencia de una persona a juzgarse a sí misma de manera negativa y a menudo implacable.

Las personas autocríticas tienden a ser muy duras consigo mismas, perfeccionistas y a tener estándares muy altos que rara vez pueden cumplir. La autocrítica puede generar ansiedad, estrés y una sensación constante de no ser suficientemente bueno.

Desvalorización: La desvalorización se refiere a la percepción negativa de uno mismo y a menudo implica una baja autoestima.

Las personas que se desvalorizan tienden a sentir que no son merecedoras de amor, respeto o éxito. Pueden sentirse inferiores a los demás y tener dificultades para valorarse a sí mismas de manera positiva. La desvalorización puede llevar a problemas del aparato osteoarticular como la fibromialgia (aquí puedes leer más).

Aunque estos dos conceptos están relacionados, es posible que alguien sea autocrítico pero no necesariamente se desvalorice en todos los aspectos de su vida.

Cómo enfrentar los pensamientos autocríticos

Para vencer la autocrítica y sus efectos negativos te invito a que pongas atención a

Conciencia:

El primer paso es darte cuenta de que estás teniendo un pensamiento autocrítico. Detente un momento y observa tus pensamientos. ¿Son negativos? ¿Estás siendo demasiado duro contigo?

Cuestionamiento:

Interroga a esos pensamientos. ¿Son realmente ciertos? ¿Tienes pruebas sólidas para respaldarlos? La mayoría de las veces, descubrirás que son exageraciones o distorsiones de la realidad.

Reemplazo:

Una vez que hayas identificado un pensamiento autocrítico, reemplázalo con uno más realista y compasivo. En lugar de «Soy un completo incompetente», podrías decirte a ti mismo: «Cometí un error, pero todos cometen errores y puedo aprender de esto».

Autoaceptación:

Practica la autoaceptación y la autocompasión. Todos somos imperfectos, y eso está bien. Trátate a ti mismo con la misma bondad que tratarías a un amigo en una situación similar.

La autocrítica constante puede generar altos niveles de estrés y ansiedad. Desde la Biodescodificación sabemos que estos estados emocionales crónicos pueden contribuir a una variedad de problemas de salud, como trastornos gastrointestinales, problemas cardiovasculares o disminuciónn del sistema inmunológico.

Así que, adelante, comienza a escuchar a esa voz interior y desafía sus afirmaciones con consciencia y constancia.

Si quieres ayudarte de mi primer libro «Películas Mentales: libérate de los dramones que te montas y afectan a tu salud» podrás profundizar en el origen de esos pensamientos críticos que rompen tu equilibrio interno.

 

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