Hace unos días leí un estudio de una universidad americana que dice que
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un tercio de la población vive en un estado de estrés máximo.
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la mitad de la población reconoce que en 5 años su estrés ha aumentado considerablemente.
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el estrés mal gestionado es lo que nos impide alcanzar y disfrutar de nuestro Bienestar Físico y Psíquico.
Yo no puedo leer estos datos y quedarme de brazos cruzados.
Hablé con mi amigo Eduardo Monteiro, creador de «El Arte de Habitar lo Cotidiano» y le propuse un coloquio en el que compartir con todos nuestros seguidores las herramientas que tanto él como yo, usamos en nuestro día a día para mantener el Bienestar Físico y Psíquico.
Las herramientas que te llevas al ver este vídeo son ante todo prácticas. Nuestro objetivo es que te las lleves a tu vida cotidiana.
No se trata de hacer prácticas imposibles o utilizar jergas incompresibles.
Te invito a ver el vídeo, a que lo comentes y lo compartas (ya sabes, por eso del buen karma 😉 )
Y por si no puedes verlo ahora mismo, a continuación tienes un pequeño extracto del coloquio.
Es muy importante diferenciar qué es Bienestar y qué no lo es.
[bctt tweet=»Sentirse bien no es la clave del Bienestar» username=»mariapilarbio»]Poner toda tu atención en el «sentir» no te lleva al Bienestar.
Por ejemplo, si alguien tiene la meta de conseguir un determinado peso, y al mismo tiempo tiene escrito en su mente que sólo se siente bien comiendo, está bajo una creencia que le hace incompatible alcanzar su meta con sentirse bien.
El Bienestar es aquello que nos afecta en todas las áreas de nuestra vida positivamente
Si sólo me centro en alcanzar el Bienestar en un área de mi vida es probable que mi Bienestar quede disminuído en otras áreas de mi vida.
Lo que nos lleva al Bienestar es aquello que nos hace Sentir Bien, nos hace Producir Bien, nos hace Estar Bien y nos hace Ser aquello que nos lleva al Bien.
Hoy los medios nos venden el bienestar como algo muy similar al alivio.
Es decir, si tengo una piedra en el zapato, el Bienestar es quitarme la piedra del zapato y punto.
Hay una tendencia por la que nos quieren hacer pensar que ante un problema por ejemplo en nuestro ámbito laboral o de pareja, cambiar de trabajo o de pareja es la solución a todos los males.
Y aliviar un síntoma no supone encontrarse en un estado óptimo.
Si no detecto qué hizo que me metiera en ese lugar con tantas piedras, qué provoca que en mi trabajo viva situaciones estresantes o cuáles son las causas de que mi relación de pareja no funcione, entro en un bucle entre Bienestar y malestar.
Vacíate de las causas que te producen malestar
[bctt tweet=»Es muy importante vaciarse de las causas que provocan malestar en tu vida. » username=»mariapilarbio»]Si no me vacío de lo que me causa malestar, el alivio dura muy poco.
Descubrir la causa nos lleva a un estado superior en el que diferenciar entre quién soy yo y quién creo que soy.
¿Lo has pensado alguna vez?
Hay creencias, hábitos o ideas que me han configurado como una persona que grita cuando se enfada, como alguien que tiene que enfermarse cuando tiene un problema, alguien que discute para exponer sus ideas, o alguien que vive en continuo conflicto, por poner unos ejemplos.
Pero, ¿yo quiero seguir siendo «esa persona»?
Cuando profundizo un poco más, me sitúo ante una gran pregunta que si la respondo adecuadamente me acerca al Bienestar:
¿a quién le doy mi Bienestar, a quien yo soy o a quien quiero ser?
Si volvemos al ejemplo de la persona con sobrepeso, ¿le doy el Bienestar a la persona con sobrepeso y cansancio que sólo se encuentra bien comiendo (porque así le han educado) o a la persona que quiero ser, una persona esbelta con hábitos saludables?
La meta de mi Bienestar soy Yo.
No está reñido tener bienes materiales con alcanzar mi Bienestar, siempre y cuando ponga mi conciencia en mí.
Es decir, si soy alguien muy nervioso y además quiero tener un cochazo, cuando consiga el coche, ¿estaré disfrutando de mi Bienestar? ¿o seguiré siendo una persona nerviosa que además tiene un coche?
El coche en sí mismo no me va a llevar al Bienestar. Si me pongo como meta conseguir el coche, y además, disfrutar del coche y mantenerme tranquila cuando conduzco el coche, sí que estoy más cerca de mi Bienestar.
Una clave fundamental
Es muy importante definir mi meta con detalle: un coche con tales características, un trabajo con tales condiciones, mi relación de pareja…, incluso con la fecha desde la que disfruto de mi meta.
Y en el recorrido a alcanzar mi meta, me pongo a mí de meta también.
Ahí está el Bienestar.
Si no me pongo a mí de meta, cuando consiga «eso» no sabré disfrutarlo o mantenerlo.
De esta forma, cuando llege a conseguir lo que quiero, yo ya soy quien disfruta en mi pareja, en mi negocio, con mi coche, ante las discusiones aprendo, soy capaz de resolver conflictos…
[bctt tweet=»El proceso de aprendizaje es el proceso hacia el Bienestar.» username=»mariapilarbio»]
Acuérdate, no hay separaciones entre lo que yo soy y lo que quiero lograr.
Si hago separaciones entre lo que soy y lo que quiero lograr, se genera el rebote entre el bienestar y el malestar.
No quieras meter tu vida en una urna de cristal
El Bienestar requiere un aprendizaje lidiando con los problemas, con los conflictos y con el malestar.
No quieras vivir en una urna de cristal y huir de los problemas.
Si no aprendes de lo errores, no serás una persona efectiva.
Bienestar es conectarnos, descubrir la causa del problema y disolver la causa del problema.
¡¡¡¡¡¡¡Por favor!!!!!!!!!
Ponte ya mismo una meta. Inclúyete en esa meta y comienza a caminar.
Eduardo y yo estamos encantados de leer cuál es tu meta, y qué piedras estás encontrando en el camino 😉
Pronto te daremos nuevas claves de Bienestar Práctico