En una sesión de hipnosis conseguimos que trabajen unidas la mente consciente y la mente inconsciente por lo que el cerebro consigue reelaborar a nivel consciente sensaciones o percepciones que se encuentran en el inconsciente, logrando así situar las cosas en su justa perspectiva, reconstruyendo el equilibrio y modificando memorias erróneas o ya no «actuales».
Estando en mitad de una hipnosis «mi cerebro me decía «te lo estás inventando, te lo estás inventando todo», pero experimenté una fuerte sensación de que esa información y esas imágenes no eran producto de mi imaginación, sino que venían desde fuera, llegaron solas. Se presentaron de una manera demasiado rápida y espontánea para ser producto de mi imaginación. Parecían ser recuerdos.
Hoy sé a ciencia cierta que no era mi imaginación. Para imaginar algo el cerebro necesita unas fracciones de segundo para producir la «invención», mientras que la memoria [en un estado de hipnosis] emerge de forma instantánea.»
Estas son las palabras de Alex Raco, experto en regresiones, en su libro «Nunca es el final»
Qué es la hipnosis terapéutica
La hipnosis es un estado de concentración mental durante el cual la persona focaliza sobre sí mismo y presta más atención a la comunicación terapéutica, por eso la explicamos como un recurso más dentro de la psicoterapia, cuenta Carlos Malvezzi Taboada, especialista universitario en Psicología Clínica y director del Instituto Gubel de Investigación y Docencia en Hipnosis.
Explica Raco «lo que llamamos hipnosis, en realidad debería definirse como un estado de autohipnosis. El terapeuta sirve para facilitar el proceso; guía a la persona a través de la experiencia, pero solamente si el sujeto se lo permite. Es un trabajo de dos.
La hipnosis ayuda a comprender sensaciones, experiencias o recuerdos, pero no puede forzar a hacerlo. El sujeto siempre tiene el control; puede negarse a responder a las preguntas, hacer exactamente lo contrario de lo que se le pide. Puede incluso salir del estado hipnótico si lo desea.
La mente consciente y la inconsciente trabajan juntas durante un proceso de hipnosis, y esto permite que se obtengan resultados que el análisis únicamente consciente en algunas ocasiones tardaría mucho más en producir.
Qué se experimenta en una sesión de hipnosis
Las personas que se someten a un proceso de hipnosis comenta Alex «pueden tener experiencias totalmente diferentes entre sí. Para algunas son experiencias puramente visuales con distintos niveles de detalle. Para otros se trata de experiencias oníricas, es decir, experimentan los sucesos pasados como si fuese un sueño.
En estos casos, son capaces de percibir con claridad solo algunos detalles a la vez, incluso siendo totalmente conscientes de lo que ocurre a su alrededor, como si estuviesen viendo una escena a través de un telescopio. Otras tienen experiencias o bien sensoriales, o sea, sensaciones corporales, como calor o frío, o bien kinestésicas, es decir, relacionadas con el movimiento del cuerpo».
Qué pasa en el cerebro durante la terapia de hipnosis
La hipnosis se ha convertido en una herramienta médica común, utilizada para reducir el dolor, ayudar a las personas a dejar de fumar y curar las fobias, afirma el New York Times.
Como bien explia Alex Raco, «durante el estado hipnótico, en la parte frontal del cerebro, aumenta el flujo sanguíneo, mientras que al mismo tiempo se produce una reducción de la conectividad funcional de la red frontoparietal lateral.
Si consideramos que el primero de los dos, el lóbulo frontal de la corteza cerebral, es aquel en el que se cree que reside la conciencia, mientras que la segunda, la red frontoparietal lateral, es responsable de recibir los estímulos sensoriales externos, todo parece más claro incluso a los ojos de un inexperto: durante un estado meditativo o hipnótico los estímulos externos cobran cada vez menos importancia y, al mismo tiempo, se logra acceder a un estado de hiperconciencia.»
David Spiegel, profesor de psiquiatría en Stanford, explica que “las partes del cerebro relacionadas con la atención y el control de los impulsos se encuentran más activas en personas hipnotizadas». Spiegel, afirma que la hipnosis ha conseguido, en algunos casos, que las personas dejen de fumar o incluso dentro de tratamientos psicológicos, que recuerden aspectos de su pasado que estaban bloqueados”.
La hipnosis en la historia de la curación de enfermedades
La palabra hipnosis proviene del griego antiguo hypnos, que significa ‘sueño’, pero las personas bajo hipnosis están cualquier cosa menos dormidas; en realidad se encuentran en un estado de hiperconsciencia, en el que el cerebro, está relajado pero al mismo tiempo extremadamente activo, dice Raco.
El primer médico que aplicó la hipnosis para curar a sus pacientes se llamaba Franz Mesmer.
Era alemán, nació en 1734 y tenía además un título de doctor en Filosofía. Posteriormente hasta un sabio como Sigmund Freud utilizó también la hipnosis como método curativo.
Mesmer aplicó la hipnosis con una muchacha muy talentosa, que había quedado –por una parálisis del nervio óptico- con una ceguera incurable desde los 4 años. La diagnosticaron incurable. Pasaron 11 ó 12 años y la jovencita, era famosa en Viena, por su particular aptitud como pianista. Fracasados todos los tratamientos, realizados por los mejores médicos especialistas austríacos, Mesmer diagnosticó: ¡Tiene una conmoción de su sistema nervioso! y se comprometió a ayudarla. Ya a la semana logró devolverle la mitad de su visión gracias a la hipnosis, pero se interrumpió el tratamiento, a Mesmer no le permitieron mostrar ni continuar su tarea, y la chica volvió a su ceguera.
Cuando Freud era un estudiante y se estaba formando en París conoce a Jean-Marie Charcot, el maestro indiscutible de las enfermedades del sistema nervioso, que se ocupa de una población de casi 5.000 enfermos. Charcot estudia especialmente la histeria; y se interesa por la hipnosis. La que él practica es una hipnosis científica, y a sus demostraciones acuden la flor y nata de la medicina y de la sociedad francesas.
Freud pasó 10 años, desde 1880 a 1896 aproximadamente, en contacto con las dos principales escuelas en que se practicaba la hipnosis: la de Charcot en París y la Berheim en Nancy.
Anne von Lieben, era la principal clienta de Freud. Esta mujer se resiste a curarse de sus crisis nerviosas. Freud la somete a hipnosis para que reviva los traumas que supone que están en el origen de sus ataques. Son numerosos traumas (temores, vergüenzas, angustias, pecados sexuales) que, en algunos casos -comprueba Freud con sorpresa- se remontan a la infancia.
La hipnosis es simplemente una forma de comunicación en la cual terapeutas, psicólogos clínicos y médicos entrenados en este tipo de terapia incorporan en cada sesión sugestiones estratégicamente diseñadas para esa persona a la que le están facilitando la psicoterapia.
De modo que la hipnosis clínica usada como hipnoterapia ayuda a que experimentemos tranquilidad y relajación para así focalizar la atención de la mente consciente hacia nuestro interior y, de ese modo, favorecer los cambios más positivos con mayor bienestar.
La función del terapeuta especializado en Biodescodificación e Hipnosis
Por la experiencia mediática, el público cree que los hipnotizadores dominan a los pacientes, y nada más lejano: el paciente no se duerme, está cómodo, relajado y no se obliga su voluntad. Es más, no podemos hacer nada si la persona se resiste», explica Audrey Dupont, psicóloga francesa
Se han realizado numerosos estudios sobre la eficacia de la hipnosis y los cambios que producen en las áreas cerebrales involucradas. Un estudio realizado por McGeown y sus colegas en 2009 demuestra cómo durante un estado meditativo o hipnótico se reduce la actividad de una red cerebral llamada «red neuronal por defecto».
Esta red, que comprende estructuras frontales y subcorticales, es una agrupación de áreas cerebrales que se activan cuando las personas no están implicadas en ningún tipo de tarea cognitiva específica y dejan su mente en un estado de relajación.
Una reducción de actividad en estas áreas indica, por tanto, un desplazamiento activo de la atención, dirigido a las indicaciones proporcionadas por el terapeuta.
Este estudio demuestra que la hipnosis no es un proceso pasivo en el que hay un individuo que da información y otro que la recibe. Al contrario, se trata de un proceso constructivo en el que la persona involucrada escucha activamente las palabras del terapeuta y construye sus propias ideas, sensaciones y percepciones.
Al igual que si se tratara de un programa de ordenador, la HIPNOSIS permite al cerebro acceder al disco duro del inconsciente; abre un archivo que contiene un recuerdo, lo actualiza y vuelve a guardarlo.
El archivo está de ese modo listo para ser utilizado de manera funcional con información actualizada.
Del mismo modo en que un ordenador funciona de manera más fiable y eficiente con un archivo actualizado y correcto, igualmente nuestra mente se vuelve más serena y equilibrada cuando un recuerdo, sea o no de naturaleza traumática, es reelaborado y puesto en su justa perspectiva.
Biodescodificación e Hipnosis para el bienestar emocional
La hipnosis es una herramienta terapéutica que debe ser utilizada siempre bajo la supervisión de un profesional debidamente cualificado.
Una de las técnicas utilizadas en las sesiones de Biodescodificación es la Hipnosis Ericksoniana que permite alcanzar el estado de relajación necesario para poder cambiar la percepción de una situación y poder así gestionarla de otra manera. Esto permite trascender y cambiar las experiencias a partir de ese momento y dejar de proyectarlas en el futuro. Uno de los objetivos principales de la hipnosis es liberar la conciencia de posiciones fijas e inamovibles con el fin de que puedan ocurrir nuevos aprendizajes.
Como afirma Raco, la mente consciente y la inconsciente trabajan juntas durante un proceso de hipnosis, y esto permite que se obtengan resultados que el análisis únicamente consciente en algunas ocasiones tardaría mucho más en producir.
Es precisamente gracias a este trabajo de equipo (consciente + inconsciente) que el cerebro consigue reelaborar a nivel consciente sensaciones o percepciones que se encuentran en el inconsciente, logrando así situar las cosas en su justa perspectiva, reconstruyendo el equilibrio y modificando memorias erróneas o ya no «actuales».
Por mi parte, hace 8 años que cursé el Máster en Hipnosis aplicada a la Biodescodificación por la Asociación Española de Programación Neuro-lingüística.
Aún recuerdo la primera hipnosis que me hicieron… se abrió todo un mundo en mi interior que estaba silenciado.
¿Puede ayudarme la hipnosis a reducir mis síntomas?
La decisión de realizar hipnosis en terapia de Biodescodificación siempre es consensuada entre terapeuta y cliente y, normalmente, se utiliza cuando desde el consciente hay un bloqueo para resolver el conflicto emocional asociado al síntoma.
En la actualidad, el estudio más exhaustivo sobre la eficacia de la hipnosis ha sido realizado por la Clínica Mayo, una de las más importantes organizaciones clínico-sanitarias de Estados Unidos. En este estudio, “Hypnosis in Contemporary Medicine”, publicado en el año 2005, se establece una larga lista de condiciones y patologías médicas en las que se ha demostrado la eficacia de la hipnosis y para las que se recomienda su uso:
- alergia,
- anestesia para alivio del dolor,
- anestesia para cirugía,
- dermatología,
- gastroenterología,
- recuperación postoperatoria,
- hematología,
- hipertensión,
- neurología,
- obesidad,
- obstetricia,
- oncología,
- otorrinolaringología,
- neumología,
- reumatología,
- fibromialgia,
- cirugía y
- urología.
La Sociedad Catalana de Hipnosis Clínica y Psicoterapia afirma que la hipnosis como herramienta integrada dentro de un proceso terapéutico ha sido utilizada en:
- fobias y trastornos de pánico
- insomnio
- trastornos psicosomáticos
- disfunciones sexuales
- dolor agudo y crónico
- síntomas depresivos
- enuresis
- tabaquismo
- obsesiones y compulsiones
- asma
- trastornos alimentarios
- preparación preoperatoria
- colon irritable
- problemas dermatológicos (psoriasis y verrugas)
- adicciones
- náuseas y vómitos anticipatorios posteriores a la quimioterapia
- mejora en la efectividad del sistema inmunitario
- menor uso de medicación contra el dolor
- menores niveles de presión arterial, tasa cardíaca y niveles de catecolaminas
- mejor recuperación post-quirúrgica
- menor tiempo de tratamiento y de ingreso hospitalario
- interrupción de patrones de comportamiento
- reestructuración de creencias irracionales
En los últimos años se están realizando numerosos estudios sobre la utilización de la hipnosis en el área médica, publicados en prestigiosas revistas del ámbito médico (The Lancet, Cancer, Pain, Oncology, Nature,…).
El área de tratamiento del dolor es donde la hipnosis cuenta con una mayor aceptación y utilización en el ámbito médico, especialmente cuando de dolor crónico se trata. Ha demostrado su eficacia en aquellas dolencias o síndromes dolorosos en los que los tratamientos normales no consiguen resultados apreciables o permanentes, como son, por ejemplo, la fibromialgia o los dolores neuropáticos, frecuentes en pacientes con cáncer.
En resumen, la hipnosis es una potente herramienta que ha demostrado su eficacia en numerosas áreas de la medicina, y que puede suponer una mejora sustancial en la recuperación y calidad de vida de los pacientes, así como en los costes sanitarios.
Ante la pregunta ¿es peligrosa la hipnosis? la respueta es: en absoluto. Es totalmente seguro y muy agradable.
La persona tiene el control en todo momento y es perfectamente consciente de lo que el terapeuta le dice. Con la hipnosis se produce un estado de duerme-vela agradable muy parecido al que sentimos al empezar a dormir.
Los únicos casos en los que no se recomiendan las terapias con hipnosis es en casos de esquizofrenia.
Sesiones de hipnosis y biodescodificación online
Contrariamente a la creencia popular, para realizar una sesión de hipnosis no se necesita estar en la misma habitación para que puedas beneficiarte de ella. Siempre que puedas ver y escuchar a tu terapeuta, podrás experimentar exactamente los mismos beneficios que experimentarías con una sesión cara a cara.
De hecho, muchos de mis clientes onlie han dicho que poder hacer la sesión desde la comodidad de su propia casa en realidad hizo que todo el proceso fuera menos estresante porque pudieron permanecer en su entorno habitual.
Si dejase de hablarte por un fallo en la red mientras te encuentras en un estado hipnótico, lo peor que podría ocurrirte sería que te durmieras y te despertaras unos minutos después. O simplemente pensarías: «¿por qué se ha callado?» y saldrías del estado hipnótico, abriendo los ojos por ti mismo.
En esta nueva situación mundial, los terapeutas tuvimos que darnos cuenta de que no podemos abandonar a nuestros pacientes/clientes y tenemos que responder a las nuevas necesidades de terapia.
Hacer sesiones online es igual de efectivo que hacer sesiones presenciales.
Puedes leer todos los detalles sobre la sesiones online, aquí