Hace muchos años que surgió la duda de qué nos afecta más cuando nos estamos desarrollando si la genética o el medio ambiente. Hay quienes dicen que nos define la genética y ante eso no hay más que hablar. Otros dicen que es el ambiente (la familia, la escuela, la ciudad donde vivimos) quien nos da forma como seres humanos.
Evidentemente, hay una tercera posición que afirma que somos producto tanto de nuestros genes como del contexto en el que nos desarrollamos.
Yo también soy partidaria de esta idea: tenemos una naturaleza preparada para la supervivencia, para el crecimiento y el disfrute, y además, el entorno en el que nos movemos nos va a dar alas o nos va a limitar. De eso, de cómo recuperar tus alas y tu poder personal y de identificar qué te limita te hablo aquí.
La esencia de tu poder personal surge de tu familia
Estos días he estado viendo la serie que parece que está de moda entre los «espirituales».
Es la serie «Mi otra yo» y está disponible en Netflix. Trata de un grupo de amigas que están en un momento crítico de su vida y acceden a ir a terapia de Constelaciones Familiares.
Es interesante porque una de ellas es una médico cirujano que en principio se opone a participar en una constelación, pero los problemas a los que se tiene que enfrentar de repente le hacen cambiar de opinión, así que en la serie podemos ver lo que pasa en la vida real: personas que están a favor y en contra de terapias naturales o complementarias.
Es curioso que estos días también he leído que en España este mes de agosto de 2022 ha sido el mes en el que menos televisión se ha visto en 25 años.
Dos grandes noticias para mí: que haya series donde se trata de forma amplia y respetuosa las terapias naturales y complementarias, y que haya cada vez más gente que decide voluntariamente qué ve en TV y que no ve (sinceramente, espero que el consumo de noticiarios caiga un 100% por el daño que producen, pero sé que es demasiado pedir 😅).
El poder personal y la influencia del entorno
Esto me lleva a hablar del poder personal. Ese poder que olvidamos que tenemos por caer en manos de lo socialmente aceptado, de lo esperado por los demás o por algún otro miedo disfrazado.
El poder personal lo podemos definir como la capacidad que tiene cada ser humano para establecer metas personales y avanzar hacia ellas con responsabilidad siendo consciente de las propias fortalezas y debilidades.
Volviendo al tema de la televisión, no tengo nada en contra de la televisión en sí.
Lo que no me gusta es la tendencia negativa y sensacionalista de los grandes medios de comunicación.
Sería raro que un noticiario dedicase la mayoría de su tiempo a informar de, por ejemplo, las nuevas investigacones que se han hecho en diferentes universidades donde han descubierto un gusano que podría acabar con el plástico de los océanos en poco tiempo. Incluso se me ocurre que podrían mostrar un número de cuenta para costear esa investigación y ponerla en marcha inmediatamente.
Por contra, prefieren dedicar gran parte de su tiempo a contar con pelos y señales los muertos que se han producido en un pequeño pueblo de la India al explotar una bombona de gas. Y de paso, rellenan 30 minutos más hablando de muertos, desgracias y calamidades en cualquier punto del planeta.
Que yo me pregunto si en la India también les cuentan cuando arde un brasero en un pueblo de Cuenca, o este tipo de noticias solo es un vicio de la prensa española.
Y esto lo digo con todo el respeto hacia los muertos que aparecen en las noticias, por supuesto.
Lo que quiero decir es que esa falta de esperanza, ilusión y confianza que se trasmite en programas de televisión que son vistos por un amplio sector de la sociedad apaga la llama del poder personal.
Esas noticias repetidas por la mañana, por la tarde y por la noche te hacen creer que todo, absolutamente todo está mal, y que nadie se salva de la desgracia. No hay buenas noticias en este mundo porque si no ellos, que son tan buenos informadores, te las enseñarían.
Las terapias naturales en los medios de comunicación
Insultar y ridiculizar, como se hace en muchos medios de comunicación, a quienes toman plantas para aliviar su malestar, a quienes desbloquean sus chakras regularmente o a quienes usan las constelaciones familiares o la biodescodificación, por nombrar algunos métodos, es demasiado fácil.
Esas son sus opiniones y por más que eleven el tono de voz con sus insultos, no tienen más razón que quienes opinamos diferente.
Yo sé, y tú sabes, qué es lo que te hace sentir bien.
Tu cuerpo te guía a través de sensaciones a veces muy sutiles, hacia aquello que necesita. Y si necesitas ir al médico, perfecto, y si después necesitas otra sesión de acupuntura, perfecto también.
Escuchar a tu cuerpo es la clave del bienestar y de la conexión con tu poder personal.
Quienes insultan en medios de comunicación y pretenden anular nuestro poder personal para convertirnos en un rebaño impotente no saben que las fuerzas de la naturaleza no se pueden detener. La naturaleza busca siempre su camino como lo hace el agua de la lluvia cuando cae torrencialmente.
Las emociones reprimidas durante generaciones (los miedos, las vergüenzas, los rencores, las envidias o los amores imposibles) buscarán siempre su camino natural de vida tal y como se ve en la serie.
A todos nos atormentan emociones que, científicamente no sabemos de dónde vienen, pero tenemos que calmar para recuperar nuestro bienestar.
Y si para calmarlas tenemos que usar métodos naturales que, además de no tener efectos secundarios, nos ayudan a recuperar nuestro poder, bienvenidos sean.
Mi pasión por la Biodescodificación viene, entre otras cosas, porque me ayudó a dejar de temer a la enfermedad como algo que llega por mala suerte o por un ser que dicen que es bondadoso pero me castiga por haber dicho palabrotas.
La enfermedad, como el sufrimiento, es parte de la vida. Gracias a mi proceso terapéutico por el que recuperé mi poder personal no le tengo miedo a la enfermedad. A lo que venga le haré frente con mi poder personal, con ayuda de los míos y con los profesionales que puedan ayudarme, sean más o menos avalados por algunos científicos.
Lo científico, por más que quieran, no está reñido con lo natural, con las emociones invisibles o con la energía vital.
Olvidarnos de que somos emociones en movimiento, de que tenemos un vínculo irrompible con la naturaleza o de que tenemos derecho a pensar diferente a la mayoría nos resta poder personal.
Reconecta con tu poder personal de forma natural
No sé qué te ayuda a conectarte con tu fuerza y poder, pero esta semana (o lo que queda de año 😀 ) dedícate un tiempo para hacerlo.
Y si no sabes muy bien dónde reside tu poder personal, haz algo muy sencillo:
relájate y mira al cielo, o a una flor, a tu mascota… conecta con la naturaleza y deja que entre por tus sentidos. A mí me maravilla ver cómo hay árboles que siguen creciendo en una acera rodeados de coches y de suciedad.
La fuerza vital está presente en todos los rincones.
Quizás antes de identificar dónde reside tu poder tengas que observar qué o quién te quita tu poder personal. Pueden ser creencias personales, medios de comunicación, personas que proyectan en ti sus miedos y limitaciones…
Permítete deshacerte de lo que te resta fuerza y poder personal y conectar con tu esencia vital.