Estoy asustada.
Hemos llegado a un punto en el que lo que se intenta es huir de cualquier tipo de problema de una manera superficial. No entendemos ni asumimos las frustraciones y lo queremos resolver todo con una pastilla.
Y estoy de acuerdo con estas palabras de Guillermo Fouce, presidente de la Fundación Psicólogos Sin Fronteras
«La Organización Mundial de la Salud nos alerta de que no se pueden tratar los problemas emocionales, como el duelo o el trauma, con psicofármacos.»
Además también nos dice que «no se invierte suficiente en salud mental, a pesar de los grandes beneficios que eso tendría», se lamenta Antonio Cano Vindel, catedrático de Psicología de la Universidad Complutense y presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés.
¿Qué puedo hacer si tengo una crisis emocional?
Sé que es complicado salir de la tormenta sólo. Se necesita ayuda, herramientas, alguien que te recuerde que después de la noche más oscura sale el sol.
Estas tres cosas te van a ayudar a superar una crisis emocional:
-
-
- Hay algo que se puede hacer, es barato, ecológico, no contamina y da mucha paz.
-
Es hablar de lo que te sucede. De lo que sientes. De lo que te conmueve.
Yo no me canso de repetirlo. Hay grandes motivos para que pierdas el miedo a expresar lo que sientes.
Eso de, «ya se me pasará. Es mejor no darle más importancia y ponerme a hacer otra cosa» no funciona.
Si has sufrido un shock emocional que produce efectos a nivel consciente e inconsciente no puedes ignorarlo. Y por lo tanto, no puedes ignorarte a ti.
No hablar del tema implica también que no te das la importancia que tienes. Si prefieres escuchar a otros y ayudar a otros antes de estar tú bien, demuestras muy poco amor hacia ti.
Habla de tus miedos, de lo que te preocupa cuando piensas en el futuro. Expresa la culpa que sientes por lo sucedido, la vergüenza o la tristeza que sientes cuando recuerdas lo que ha pasado.
2. Algo que quizás te dé ganancias económicas pero no te recomiendo que lo hagas después de sufrir un gran schock: trabajar sin descanso para reparar tu malestar.
Así no solucionas el problema real.
Cálmate. Necesitas tomarte tu tiempo para asimilar lo sucedido.
Dedicar todo tu tiempo a tu trabajo va a evitar que pases tiempos con tus amigos, con tu familia e incluso haciendo eso que más te gusta.
Ahora es cuando tienes que poner tu atención en pasar tiempo con la gente con la que estás a gusto, en calma y podéis compartir risas.
Es con ellos con quien tienes que mostrar tu estado de ánimo, con los que tienes que abrirte y expresarte.
Volcarte en tu trabajo sin aliviar el estrés emocional asociado al shock no va a ayudarte. A largo plazo va a crearte otro problema añadido.
3. Entrar en modo autosabotaje causándote daño porque ahora te da todo igual, porque ahora nada tiene sentido, no te conviene. Te da igual pasarte el día fumando, comiendo comida basura o abusando de comportamientos perjudiciales y eso no es bueno para ti.
Recupera tus ilusiones, eso que desde tu infancia has deseado hacer.
Estás equivocándote si crees que la vida no tiene algo bueno que ofrecerte. La vida es más fácil si aprendes la lección de lo que te está sucediendo.
Asumir la vida como una cadena de sucesos desastrosos sin sentido es un error.
Sea lo que sea que estás viviendo tiene un sentido, una lección y un aprendizaje.
Quizás algún día puedas ayudar a otra persona a sobreponerse a una situación similar a la que tú estás pasando ahora. Sólo por eso ya tiene un sentido la dureza de lo que estás viviendo.
No te destruyas.
Retoma tus ilusiones, tus proyectos de vida y da un paso cada día para transformar tus sueños en realidad.
Es posible.
Confía en tus fuerzas.
Y si no puedes hacerlo en soledad, aquí te explico cómo son las sesiones individuales